sábado, 25 de febrero de 2012

Usando Twitter en el trabajo sin perder eficiencia

Reconozco que me he resistido fuertemente a Twitter. De la misma manera que si fui un early adopter total del e-mail, de los foros, Google, Gmail, los blogs, de eConozco (luego Xing), Infojobs, LinkedIn y Facebook la verdad es que a Twitter no le veía la gracia, no era una necesidad.

La apuesta en mi trabajo actual por Twitter ha sido enorme, y únicamente ese empuje es la razón por la que hoy soy usuario de Twitter. Sin embargo conjugar la dirección de proyectos y servicios digitales con una máquina de interrumpir como es Twitter, un pequeño ladrón de tiempo con capacidad de boicotear tu productividad y robarle el tiempo a tu vida familiar y personal ha requerido un aprendizaje, que he resumido en la presentación insertada al final del post.

Twitter y la Segunda Ola de Internet

Twitter pertenece a lo que llamo la Segunda Ola de Internet. La primera ola estuvo liderada principalmente por personas de perfil técnico, informáticos y telecos, que apoyados en nuestra formación y ocupaciones laborales fuimos dibujando el primer panorama del mundo de internet.

La segunda ola está siendo liderada por gentes venidas del mundo del marketing, de los medios de comunicación que ven como ya ha emergido el nuevo modelo que sustituye las cadenas de valor del siglo XX y que tiene al flujo de información como uno de sus fundamentos.

Desgraciadamente están entrando también, aunque en mi opinión de forma coyuntural, los perfiles de arquitectura e ingeniería a los que la crisis también está tocando de lleno y que se están viendo obligados a investigar esto de las redes sociales, especialmente LinkedIN. Estos colectivos serán parte de la Tercera Ola, en la que entrarán en masa un montón de colectivos que hoy en día están faltos de una alfabetización digital. Cuándo llegue esta tercera ola será la señal de que el mundo ha cambiado definitivamente y que las prácticas del siglo XX han muerto.

Usando Twitter en el trabajo

Antes de empezar con Twitter hice una encuesta por un viejo método todavía efectivo: preguntar a mis contactos enviando un e-mail. Conclusiones: el perfil de mi contacto con actividad en Twitter era de persona con actividad comercial, de marketing y/o de dirección. Las personas de perfil más técnico, en general, no lo usaban. Lo consideraron una distracción que no casaba con el tipo de trabajo que desarrollan, con necesidad de concentración.

He unido mi interés por el aprendizaje continuo y la lectura de medios de comunicación con una idea clave: almacenar los tweets y emitirlos de forma planificada. Para ello la aplicación clave ha resultado ser Buffer.

Buffer encola los tweets y los va sacando según una planificación que puede ser configurada con facilidad. ¿Y cuál es el mejor momento para twittear? Me estoy fiando de otra aplicación: SocialBro, que entre otras funcionalidades estudia a tus followers y te sugiere cuándo están más activos.

Finalmente lo que también he hecho es disciplinar la tentación de revisar los tweets. Lo hago únicamente una o dos veces durante la jornada laboral, siempre a horas determinadas y aprovechando alguna interrupción, A veces también por la noche. He reducido el uso de TweetDeck  pasando a usar la interfaz web de Twitter, porque Buffer se integra con ella y así me permite que casi nunca tenga que twitear directamente: siempre almaceno en Buffer, que se encarga de su difusión.

De esta manera estoy logrando conjugar la efectividad y eficiencia en mi trabajo con la necesidad de ser partícipe en las necesidades de difusión de mi empresa. Asimismo empiezo a explorar de nuevo la idea de marca personal, que sospecho que va a ser una idea "core" durante el siglo XXI.

Dejo la presentación a continuación.

One year using twitter



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